El
tratamiento de la tuberculosis se realiza con combinaciones de fármacos antituberculosos,
haciendo eficaces las pautas de seis meses de tratamiento, dos en la primera
fase de tratamiento y cuatro meses en la segunda fase. La tuberculosis es
curable, pero es necesario un diagnóstico temprano (acudir inmediatamente al
médico), ya que es una enfermedad grave si no se sigue el tratamiento adecuado.
En seguida, es indispensable no abandonar el tratamiento dado por el médico
porque, al suspender el tratamiento, esta enfermedad empeora rápidamente y se
favorece la proliferación de bacilos resistentes a los medicamentos.
Los sanatorios se construían a gran altura,
basándose en la teoría fisiológica de
aumentar el flujo sanguíneo pulmonar, por la taquicardia inducida
por la altura. Sin embargo, la evidencia de su eficacia resultó dudosa.
Tratamiento quirúrgico de la
tuberculosis: Se realizaron diversas técnicas, todas
ellas basadas en la colapsoterapia, que consistía en hacer colapsar el
pulmón para que permaneciera en reposo y así curara la enfermedad.
Procedimientos:
Ø Condrotomía de
primera costilla
Ø Toracoplastias (amputación
de un número de costillas para conseguir el colapso)
Ø Frenicectomía (sección
del nervio frénico para paralizar el diafragma)
Ø Escalenotomía (sección
de los músculos escalenos)
Ø Neumotórax terapéutico:
quizá el procedimiento quirúrgico más frecuentemente realizado
Tratamiento
farmacológico de la tuberculosis: La historia de la tuberculosis cambia
dramáticamente después de la introducción de los agentes antimicrobianos. El
tratamiento de la tuberculosis es fundamental para su control dado que con él
se rompe la cadena de trasmisión cuando el tratamiento es correcto y se sigue
completo. El tratamiento farmacológico comenzó en 1944 con la estreptomicina (SM)
y el ácido paraaminosalicílico (PAS). En 1950, se realiza el primer ensayo
clínico comparando la eficacia de la SM y el PAS conjuntamente o en
monoterapia. El estudio demostró que la terapia combinada fue más efectiva. En
1952, un tercer fármaco, la isoniacida (INH),
fue añadido a la combinación, mejorando espectacularmente la eficacia del
tratamiento, aunque todavía con una duración de 18-24 meses. El etambutol se
introduce en 1960, sustituyendo al PAS en los esquemas de tratamiento y reduce
la duración a 18 meses. En los años 1970 con la introducción de la rifampicina (RAM)
en la combinación, el tratamiento se acorta a nueve meses. Finalmente, en 1980,
la pirazinamida (PZA)
se introduce en el esquema terapéutico, pudiendo ser reducida la duración a
seis meses
Buenas tardes compañeros, revisando la literatura en base a las nuevas formas de tratamiento conseguí este comunicado de la OMS, “existe un nuevo fármaco para luchar contra la tuberculosis resistente, el bedaquiline, aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos en diciembre de 2012”, podrá ser utilizado en el tratamiento contra la tuberculosis resistentes, pero deberá ser vigilado estrechamente para supervisar su eficacia y seguridad, y los pacientes deberán ser conscientes de los beneficios y contraindicaciones del nuevo fármaco. Se espera mayor información de este medicamento pero resulta una buena opción.
ResponderEliminarAhora si prefieres tratamiento de medicina natural, existe una gran gama de frutas, semillas y hortalizas que preparadas de distintas formas, son eficaces en el tratamiento contra esta enfermedad.